EL COMITÉ DE MEDIO AMBIENTE DEL PARLAMENTO EUROPEO APOYA REDUCIR EL USO DEL MERCURIO
Ecologistas en Acción aplaude la opinión del Comité de medio ambiente del Parlamento Europeo sobre la estrategia comunitaria del mercurio, que ha apoyado las medidas encaminadas a ir eliminando los usos del mercurio en la Unión Europea, resaltando la urgencia de tomar además medidas legislativas. Esta organización destaca sin embargo que algunas de estas medidas podrían implantarse mucho antes de lo propuesto.
El Comité apoya la prohibición de exportar mercurio desde la UE y considera prohibir los productos que lo contienen, hacer un seguimiento del comercio de este metal pesado, almacenar de modo seguro el mercurio excedente, introducir valores límite de emisión para los procesos de combustión de carbón a cualquier escala, medir las emisiones de los hornos crematorios y limitar su uso en vacunas y en la minería del oro. También ha pedido que se elimine el mercurio en la industria del cloro-sosa en 2010 y que se asegure que todos los residuos de productos que contienen mercurio se recojan y traten adecuadamente.
Adelantando la fecha de prohibición de las exportaciones (2010 en vez de 2011, tal y como proponía la Comisión), el Comité subraya la importancia de que la UE promueva medidas internacionales y coopere con los países donde se utiliza mercurio en la minería, con objeto de llegar a un acuerdo legal mundial sobre el mercurio. Esta postura del Comité es una buena preparación para las próximas negociaciones del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en febrero de 2007, en las que se discutirá sobre un instrumento legalmente vinculante y otras estrategias globales sobre el mercurio.
Es de lamentar que el Comité no haya aceptado la restricción del uso de amalgamas dentales, teniendo en cuenta que ya existen alternativas sin mercurio. Las amalgamas dentales contaminan el agua residual y los lodos de las depuradoras, en los hornos crematorios provocan contaminación atmosférica y son más caras que cualquier otro empaste si se tienen en cuenta todos sus costes ambientales.
Recordemos además que la Comisión europea estudia restringir el uso del mercurio en equipos de medida y control, tales como termómetros, manómetros, barómetros o aparatos para medir la tensión, pero esta prohibición se limitaría a los aparatos de consumo y no a los de uso profesional, a pesar de que el mercurio no es necesario en estos aparatos y de que existen alternativas viables. Estos equipos suponen un peligro para la salud y el medio ambiente porque se rompen con facilidad y acaban en los vertederos o peor aún, siendo incinerados y dispersando el mercurio en la atmósfera, contaminando el aire, el suelo y el agua. De este modo el mercurio entra en la cadena alimentaria, principalmente en los peces.
Ecologistas en Acción aboga por la prohibición de utilizar mercurio en cualquier producto para el que exista alternativa, caso de la mayoría de aplicaciones. Para los casos en los que esta alternativa no existe o está en fase de desarrollo, debería establecerse un límite de tiempo. En varios países europeos, las asociaciones sanitarias ya han tomado medidas restringiendo el uso de estos productos. Se estima que se consumen unas 166 toneladas de mercurio anuales en equipos de medida y control, que tarde o temprano acaban vertidas o emitidas al medio ambiente. Dado que se está eliminando el mercurio de los equipos eléctricos y electrónicos (ordenadores, electrodomésticos,...) en los que se utilizan cantidades mucho menores, es absurdo que no se haga lo mismo en este caso.
Los grupos de población más vulnerables al metilmercurio son los niños y las mujeres en edad fértil y habría que adoptar medidas para controlar la presencia de este peligroso contaminante en el pescado y limitar su ingesta diaria por estos grupos.
El Comité apoya la prohibición de exportar mercurio desde la UE y considera prohibir los productos que lo contienen, hacer un seguimiento del comercio de este metal pesado, almacenar de modo seguro el mercurio excedente, introducir valores límite de emisión para los procesos de combustión de carbón a cualquier escala, medir las emisiones de los hornos crematorios y limitar su uso en vacunas y en la minería del oro. También ha pedido que se elimine el mercurio en la industria del cloro-sosa en 2010 y que se asegure que todos los residuos de productos que contienen mercurio se recojan y traten adecuadamente.
Adelantando la fecha de prohibición de las exportaciones (2010 en vez de 2011, tal y como proponía la Comisión), el Comité subraya la importancia de que la UE promueva medidas internacionales y coopere con los países donde se utiliza mercurio en la minería, con objeto de llegar a un acuerdo legal mundial sobre el mercurio. Esta postura del Comité es una buena preparación para las próximas negociaciones del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en febrero de 2007, en las que se discutirá sobre un instrumento legalmente vinculante y otras estrategias globales sobre el mercurio.
Es de lamentar que el Comité no haya aceptado la restricción del uso de amalgamas dentales, teniendo en cuenta que ya existen alternativas sin mercurio. Las amalgamas dentales contaminan el agua residual y los lodos de las depuradoras, en los hornos crematorios provocan contaminación atmosférica y son más caras que cualquier otro empaste si se tienen en cuenta todos sus costes ambientales.
Recordemos además que la Comisión europea estudia restringir el uso del mercurio en equipos de medida y control, tales como termómetros, manómetros, barómetros o aparatos para medir la tensión, pero esta prohibición se limitaría a los aparatos de consumo y no a los de uso profesional, a pesar de que el mercurio no es necesario en estos aparatos y de que existen alternativas viables. Estos equipos suponen un peligro para la salud y el medio ambiente porque se rompen con facilidad y acaban en los vertederos o peor aún, siendo incinerados y dispersando el mercurio en la atmósfera, contaminando el aire, el suelo y el agua. De este modo el mercurio entra en la cadena alimentaria, principalmente en los peces.
Ecologistas en Acción aboga por la prohibición de utilizar mercurio en cualquier producto para el que exista alternativa, caso de la mayoría de aplicaciones. Para los casos en los que esta alternativa no existe o está en fase de desarrollo, debería establecerse un límite de tiempo. En varios países europeos, las asociaciones sanitarias ya han tomado medidas restringiendo el uso de estos productos. Se estima que se consumen unas 166 toneladas de mercurio anuales en equipos de medida y control, que tarde o temprano acaban vertidas o emitidas al medio ambiente. Dado que se está eliminando el mercurio de los equipos eléctricos y electrónicos (ordenadores, electrodomésticos,...) en los que se utilizan cantidades mucho menores, es absurdo que no se haga lo mismo en este caso.
Los grupos de población más vulnerables al metilmercurio son los niños y las mujeres en edad fértil y habría que adoptar medidas para controlar la presencia de este peligroso contaminante en el pescado y limitar su ingesta diaria por estos grupos.
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